La segunda bomba del verano

“Lo que me hizo Rago fue una grasada, ¡una actitud de poco hombre!”¡Qué escándalo! Pablo Rago y Anabel Cherubito están en pareja, y la Vanucci, que salió con el actor los últimos cuatro meses, no oculta su bronca. “El me usó para salir en los medios, resucité a un muerto”, dispara la morocha, que ventila toda la verdad de su affaire con el ex galancito.

La noticia se dio en Mar del Plata: Pablo Rago y Anabel Cherubito están en pareja. Pero desde las sierras cordobesas, a miles de kilómetros del mar, Victoria Vanucci tiene mucho para decir. Mucho. En los últimos cuatro meses, la joven protagonista de El champán las pone mimosas fue mucho más que una amiga para Rago. Y a pocos días de distanciarse del actor se enteró por los medios de que el ex Amigos son los amigos vive un affaire con la más española de las actrices argentinas. Por eso, la Vanucci, además de seducir, dispara: “Siento que resucité a un muerto… El pibe necesitaba prensa y me utilizó para que lo vuelvan a nombrar en los medios”. Como diría Carlín… ¡Teléfono, péndex!–¿Por qué decís que lo resucitaste? Primero quiero aclarar que no me siento despechada, para nada… Esta situación me provoca más risa que otra cosa. Y es la única nota que voy a dar sobre el tema, porque no quiero regalarle más prensa a nadie. Pablo para mí fue un touch and go, un pibe con el que me divertía, la pasábamos bien… Y si bien estábamos pensando en tener algo más serio, lo cierto es que llegó la temporada y nos distanciamos. Ahora me entero por la tele de que sale con la Cherubito, se mandó cualquiera, me defraudó como hombre… Hubiese estado copado que me llamara y me dijera algo. Esta chica no sé quién es ni me importa. ¡Que sean felices y coman perdices! La verdad es que me hizo un favor.–¿Y si ahora Rago llama para darte explicaciones?–¡Me muero de la risa! Me importa tan poco… Nunca le di la importancia que él hubiese querido que le dé. Es una grasada lo que hizo, de poco hombre. Y justamente porque no estamos hablando de un donjuán, sino de alguien que estaba arruinado y yo lo hice revivir. ¡Resucité a un muerto! Esa es mi frase del verano. Lo que más bronca me da no es que no me haya llamado, ni que esté con la española esta… Lo que me da bronca es la grasada de necesitar prensa. A él no le gustaba que yo no lo nombrara en las notas. Pero me planteó mil veces hacer fotos juntos, y yo siempre le dije que no. No quería salir a decir que estaba enamoradísima cuando no era así. Es más, si la prensa se enteró de lo nuestro no fue por mí… Fue por boca de Pablo. Antes de que nos encontráramos por primera vez, la prensa ya lo sabía… En su momento lo tomé como un accidente, pero hoy entiendo que fue una grasada de este pibe.–¿No pensarás que Pablo te usó?–Totalmente. En cierta parte, me siento una ingenua, porque pienso que no hay necesidad de hacer una pelotudez así. Pero sin embargo hay gente que lo hace, que lo necesita, y es el caso de Pablo. Hace muchísimos años que la gente no se acordaba de él, y esto sirvió para reflotarle la carrera. A pesar de que me quisieron avivar hasta mis familiares. Nos veíamos una vez por semana, si yo tenía tiempo y si me enganchaba por teléfono. Y eso a Pablo le molestaba mucho.–¿Te molesta que te haya dejado por Anabel?–A mí sólo me cambian si tengo ganas; si quiero a un hombre al lado mío, no se me mueve. Todo bien con esa mujer, pero no estamos hablando de un hombre que está en sus óptimas condiciones. Estamos hablando de alguien que fue lo que fue en su momento, y que si ahora liga es porque tuvo suerte de que yo lo haya mirado. Pablo fue un galán hace muchos años, y hoy no lo es más. Creo que está saltando en una pata por estas notitas que está teniendo, y por estos minutos de prensa que hace mucho que no los vivía.–Pero mirá que es un actor de prestigio, un hombre reconocido...–Mirá, con ese perfil de trayectoria total y no quiero salir en la prensa, por favor… ¡Le encanta! ¡Le fascina! Es todo mentira, es lo que siempre quiso. Creo que si alguien tiene prensa es porque se lo merece, pero no por estas cosas. Si hace veinte años que nadie habla de vos y ahora se habla por esto… por lo menos vamos a decir la verdad.
–¿Tu familia qué opinaba sobre Pablo?–Mi mamá se enteró de mi historia con Pablo por la tele, y le molestó. A ella nunca le gustó. Cuando fue a verlo al teatro, en diciembre, volvió y me dijo: “Ay, hija, por favor…”.–¿Vio algo que no le gustó?–Sí. El salió con Cherubito, de la mano. Que dejen de mentir los dos, que la relación entre ellos viene de antes. Los dos mintieron. Si tanto querían tener prensa, que ahora digan la verdad.–¿Cómo lo describirías a Pablo?–Como un buen tipo que jugó mal. Quizá él pensaba que ahora yo iba a estar llorando. Pero la estoy pasando óptimo, y ya estoy mirando para otro lado. Me parece de muy poco hombre lo que hizo. Que sea feliz con la Cherubito, se lo regalo con un moño. ¿La verdad? La compadezco…–¿Por qué la compadecés?–Hay cosas que una mujer no quiere tener al lado, que si se explican es para peor. Yo empezaba a sentirme a años luz de él por ver cosas que no me cerraban. Lo dejo a libre interpretación.–Es muy fuerte lo que decís. Y también poco claro. Rago siempre tuvo muy buena imagen.–Pero hay cosas muy ambiguas de Pablo, que hoy me causan gracia… Ya somos grandes y nos entendemos. Si no pregúntenle a Pablo y a la Cherubito, que se va a tener que acostumbrar al tema.